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Cirugía LASIK: Todo lo que necesitas saber sobre el flap corneal y sus cuidados

Categoría de tratamiento: Cirugía refractiva con láser excímer

La cirugía LASIK (Laser-Assisted In Situ Keratomileusis) es una de las técnicas de cirugía refractiva más populares y efectivas para corregir defectos visuales como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. Este procedimiento, utilizado desde la década de 1990, ha transformado la vida de millones de personas al reducir o eliminar la dependencia de gafas y lentes de contacto. En este artículo, exploraremos en detalle el procedimiento de la cirugía LASIK, con un enfoque especial en la creación del flap corneal, el uso del láser excímer, las posibles complicaciones como la ectasia corneal y los cuidados postoperatorios esenciales para una recuperación exitosa.

¿En qué consiste la cirugía LASIK?

La cirugía LASIK es un procedimiento ambulatorio que utiliza tecnología láser para remodelar la córnea, la capa transparente en la parte frontal del ojo, con el objetivo de corregir errores refractivos. El proceso es rápido, generalmente dura menos de 30 minutos, y se realiza bajo anestesia tópica (gotas anestésicas). La técnica se basa en dos pasos fundamentales: la creación de un flap corneal y la aplicación del láser excímer para modificar la curvatura de la córnea.

Creación del flap corneal

El primer paso en la cirugía LASIK es la creación de un flap corneal, una fina capa de tejido corneal que se levanta para exponer el estroma, la capa intermedia de la córnea. Este flap puede crearse de dos maneras: utilizando un microqueratomo (un instrumento mecánico de alta precisión) o un láser de femtosegundo, que ofrece mayor precisión y seguridad. El láser de femtosegundo emite pulsos ultracortos que cortan el tejido corneal con microprecisión, creando un flap uniforme sin afectar las capas circundantes.

Una vez creado, el flap se pliega hacia atrás, como si se abriera una página de un libro, permitiendo al cirujano acceder al estroma corneal. Este paso es crucial, ya que el flap actúa como una barrera protectora natural durante la recuperación, eliminando la necesidad de suturas. Sin embargo, la creación del flap también introduce riesgos específicos, como el desplazamiento o la formación de pliegues microscópicos, que pueden afectar la calidad de la visión si no se manejan adecuadamente.

El papel del láser excímer

Tras levantar el flap, se utiliza el láser excímer para remodelar el estroma corneal. Este láser, que opera en el espectro ultravioleta, elimina capas microscópicas de tejido corneal con una precisión extraordinaria, ajustando la curvatura de la córnea para corregir el defecto refractivo. Por ejemplo, en el caso de la miopía, el láser aplana la córnea, mientras que en la hipermetropía la hace más curva. Para el astigmatismo, el láser corrige irregularidades en la superficie corneal.

El láser excímer es controlado por un sistema computerizado que utiliza datos biométricos obtenidos de un estudio preoperatorio exhaustivo. Este estudio evalúa el espesor corneal, la topografía y otros parámetros para garantizar que el procedimiento sea seguro y efectivo. Una vez completada la ablación, el flap se reposiciona cuidadosamente, adhiriéndose de forma natural al tejido subyacente en cuestión de horas.

Complicaciones asociadas al flap corneal y la ectasia corneal

A pesar de su alta tasa de éxito, la cirugía LASIK no está exenta de riesgos. Las complicaciones, aunque raras, pueden estar relacionadas con el flap corneal o con cambios en la estructura de la córnea a largo plazo. A continuación, detallamos algunas de las complicaciones más relevantes.

Complicaciones del flap corneal

El flap corneal, aunque es una parte integral del procedimiento LASIK, puede presentar complicaciones como:

  • Desplazamiento del flap: Aunque el flap se adhiere naturalmente, puede desplazarse si el ojo sufre un traumatismo, especialmente durante las primeras semanas postoperatorias. Esto puede ocurrir al practicar deportes de contacto o al frotarse los ojos.
  • Crecimiento epitelial: En algunos casos, las células del epitelio corneal (la capa más externa) crecen debajo del flap, lo que puede causar molestias o visión borrosa. En la mayoría de los casos, esto se resuelve espontáneamente, pero en ocasiones requiere una intervención adicional conocida como flap lifting, donde el flap se levanta nuevamente para limpiar las células epiteliales.
  • Pliegues o estrías: Si el flap no se reposiciona correctamente, pueden formarse pliegues microscópicos que afectan la calidad visual. Esto puede corregirse mediante un procedimiento de flap lifting para alisar el tejido.

El procedimiento LASIK ha evolucionado con tecnologías como el láser de femtosegundo, que reduce significativamente la incidencia de estas complicaciones en comparación con el uso del microqueratomo.

Ectasia corneal

Una de las complicaciones más graves, aunque extremadamente rara, es la ectasia corneal. Esta condición implica una deformación progresiva de la córnea debido a una pérdida de resistencia biomecánica, lo que puede resultar en una visión distorsionada o, en casos extremos, requerir un trasplante de córnea. La ectasia corneal puede ocurrir si se elimina demasiado tejido corneal durante la cirugía o si la córnea del paciente era intrínsecamente débil antes del procedimiento.

Estudios han demostrado que la creación del flap y la ablación del estroma reducen la resistencia a la tracción de la córnea, con investigaciones de la Universidad de Emory indicando que el flap central retiene solo un 2,4% de su resistencia preoperatoria. Para prevenir la ectasia, es fundamental realizar una evaluación preoperatoria exhaustiva, incluyendo topografía corneal y paquimetría, para identificar a pacientes con córneas delgadas o irregularidades que los hagan no aptos para LASIK. En casos de ectasia diagnosticada, tratamientos como el entrecruzamiento del colágeno corneal (cross-linking) o el uso de lentes de contacto rígidos pueden estabilizar la córnea.

Flap lifting como solución correctiva

El flap lifting es un procedimiento correctivo utilizado para abordar complicaciones como el crecimiento epitelial, pliegues en el flap o defectos refractivos residuales. Durante este procedimiento, el cirujano levanta nuevamente el flap original, realiza las correcciones necesarias (como limpiar células epiteliales o ajustar la curvatura corneal con el láser excímer) y lo reposiciona. Este procedimiento es mínimamente invasivo y aprovecha la ventaja de que el flap no se fusiona completamente con el tejido subyacente, lo que permite su manipulación incluso años después de la cirugía inicial.

Cuidados postoperatorios para una recuperación exitosa

El éxito de la cirugía LASIK depende en gran medida de los cuidados postoperatorios, que minimizan el riesgo de complicaciones y optimizan la cicatrización. A continuación, se detallan recomendaciones específicas para el período de recuperación:

  • Evitar frotarse los ojos: Durante las primeras semanas, es crucial no tocar ni frotar los ojos para prevenir el desplazamiento del flap. Si se experimenta picazón, se deben usar gotas de lágrimas artificiales recomendadas por el oftalmólogo.
  • Uso de colirios: Los pacientes reciben gotas con antibióticos y antiinflamatorios para prevenir infecciones y controlar la inflamación. Es fundamental seguir el régimen de aplicación indicado.
  • Protección ocular: Se recomienda usar gafas de sol para proteger los ojos de la luz intensa y partículas en suspensión, especialmente durante las primeras dos o tres semanas. Durante el sueño, puede ser necesario usar un protector ocular rígido para evitar el contacto accidental con el ojo.
  • Evitar actividades de riesgo: Durante al menos un mes, se deben evitar deportes de contacto, natación y actividades que impliquen exposición al polvo, humo o agua. También se debe evitar el maquillaje ocular y las cremas faciales en las primeras semanas.
  • Revisiones oftalmológicas: Es esencial asistir a las citas de seguimiento, generalmente al día siguiente, a la semana y al mes de la cirugía, para evaluar la agudeza visual y la estabilidad del flap. Revisiones anuales son recomendadas para monitorear la salud corneal a largo plazo.

La recuperación visual suele ser rápida, con muchos pacientes alcanzando una agudeza visual óptima dentro de la primera semana. Sin embargo, la cicatrización completa de la córnea puede tomar hasta 18 semanas, durante las cuales las células corneales se regeneran y estabilizan.

Conclusión

La cirugía LASIK es una técnica consolidada y segura para corregir defectos refractivos, con un enfoque preciso en la creación del flap corneal y el uso del láser excímer. Aunque las complicaciones como la ectasia corneal son raras, una evaluación preoperatoria exhaustiva y el cumplimiento estricto de los cuidados postoperatorios son clave para minimizar riesgos y garantizar resultados óptimos. Procedimientos como el flap lifting ofrecen soluciones efectivas para problemas postquirúrgicos, mientras que los avances tecnológicos, como el láser de femtosegundo, han mejorado la precisión y seguridad del procedimiento. Si estás considerando esta cirugía, consulta con un oftalmólogo especializado para determinar si eres un candidato adecuado y asegurarte una recuperación exitosa.

Redacción UNO

Especialistas en oftalmología

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