Pústula

Pústula: Definición, Causas, Diagnóstico y Tratamiento

La pústula es una lesión cutánea común que se caracteriza por la presencia de una pequeña elevación de la piel, llena de pus. Aunque puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, es frecuente en áreas con mayor concentración de glándulas sebáceas y folículos pilosos, como el rostro, el cuero cabelludo, la espalda y, en algunos casos, los párpados, lo que puede relacionarse con afecciones oftalmológicas como la cirugía de chalazión.

En este artículo, abordaremos en profundidad qué es una pústula, sus causas, diagnóstico, tratamiento y prevención. Además, exploraremos su relación con otras patologías oculares y dermatológicas, para ofrecer una visión integral sobre este tipo de lesión cutánea.


¿Qué es una pústula?

Una pústula es una pequeña lesión inflamatoria de la piel o de las mucosas que contiene pus en su interior. El pus es una acumulación de células muertas, bacterias, glóbulos blancos (principalmente neutrófilos) y restos celulares. Las pústulas suelen medir entre 1 y 5 milímetros y presentan una base enrojecida con una punta blanquecina o amarillenta.

Estas lesiones pueden formar parte de diversas enfermedades dermatológicas, infecciones bacterianas, fúngicas o incluso reacciones inflamatorias no infecciosas.


Etiología y causas de la pústula

Las pústulas se originan principalmente por la inflamación y la infección de los folículos pilosos, glándulas sebáceas o por la respuesta inmunitaria a agentes patógenos o irritantes. Entre las causas más comunes se encuentran:

1. Infecciones bacterianas

  • Staphylococcus aureus: Es la bacteria más frecuente en la formación de pústulas, especialmente en infecciones superficiales de la piel como el impétigo o foliculitis.
  • Streptococcus pyogenes: También puede causar pústulas en infecciones como el impétigo.

2. Acné

El acné vulgar es una patología cutánea en la que las pústulas son un signo característico. Se producen por la obstrucción del folículo piloso y la proliferación bacteriana, lo que genera inflamación y formación de pus.

3. Dermatosis inflamatorias

En enfermedades como la foliculitis eosinofílica, psoriasis pustulosa o dermatitis seborreica, pueden aparecer pústulas debido a procesos inflamatorios no infecciosos.

4. Infecciones fúngicas y parasitarias

Ciertas micosis superficiales y parasitosis pueden manifestarse con pústulas, aunque son menos comunes.

5. Reacciones alérgicas o irritativas

El contacto con sustancias irritantes o alérgenos puede desencadenar la formación de pústulas como parte de una reacción cutánea.

6. Pústulas en los párpados

En oftalmología, las pústulas pueden aparecer alrededor o dentro del párpado debido a infecciones bacterianas, obstrucción de glándulas o tras procedimientos quirúrgicos como la cirugía de chalazión. Estas lesiones pueden confundirse con orzuelos o chalaziones infectados.


Diagnóstico diferencial

El diagnóstico de pústula se basa principalmente en la inspección clínica, aunque en ocasiones se requiere apoyo de estudios complementarios.

Evaluación clínica

  • Inspección visual: tamaño, color, disposición, número y localización de las pústulas.
  • Historia clínica: duración, síntomas asociados (dolor, prurito, ardor), antecedentes personales y familiares.
  • Examen físico general para descartar infecciones sistémicas o enfermedades dermatológicas.

Estudios complementarios

  • Cultivo bacteriano: Para identificar el agente causal en infecciones bacterianas.
  • Biopsia cutánea: En casos atípicos o crónicos para confirmar diagnóstico histopatológico.
  • Pruebas de alergia: Si se sospecha una reacción alérgica.

Tratamiento de la pústula

El abordaje terapéutico depende de la causa subyacente y la extensión de la lesión.

Tratamiento general

  • Higiene adecuada: Limpieza suave con antisépticos para evitar la diseminación bacteriana.
  • No exprimir ni manipular: Para prevenir infecciones secundarias y cicatrices.
  • Compresas calientes: Favorecen la resolución al aumentar la circulación local.

Tratamiento farmacológico

  • Antibióticos tópicos: Mupirocina, ácido fusídico, especialmente en infecciones bacterianas localizadas.
  • Antibióticos sistémicos: En casos extensos, recurrentes o cuando hay signos de infección profunda (celulitis).
  • Antiinflamatorios: Para controlar el dolor y la inflamación.
  • Tratamiento del acné: Retinoides tópicos, peróxido de benzoilo, entre otros.
  • Antifúngicos: En infecciones por hongos.

Tratamiento quirúrgico

En algunas situaciones, como abscesos o pústulas muy grandes, puede ser necesario el drenaje quirúrgico.

Pústulas en oftalmología

Cuando las pústulas afectan los párpados o están relacionadas con chalazión u orzuelo, el tratamiento puede incluir:

  • Compresas calientes frecuentes.
  • Antibióticos tópicos o sistémicos según indicación médica.
  • En casos crónicos o recurrentes, la cirugía de chalazión puede ser necesaria para eliminar el tejido inflamado y evitar complicaciones.

Prevención de la pústula

Para evitar la aparición de pústulas, se recomienda:

  • Mantener una buena higiene personal.
  • Evitar la manipulación de lesiones cutáneas.
  • Tratar oportunamente enfermedades dermatológicas subyacentes.
  • Utilizar productos adecuados para el tipo de piel.
  • En casos de acné, seguir el tratamiento dermatológico indicado.
  • Evitar el uso compartido de objetos personales que puedan favorecer infecciones.
  • En oftalmología, mantener una adecuada limpieza de los párpados, especialmente en pacientes con antecedentes de orzuelo o chalazión.

Relación entre pústula y cirugía de chalazión

El chalazión es una inflamación crónica de una glándula de Meibomio en el párpado, que puede evolucionar a abscesos o pústulas si se infecta. En algunos casos, la presencia de pústulas puede ser un signo de infección secundaria que requiere tratamiento específico.

La cirugía de chalazión es un procedimiento menor que consiste en la incisión y drenaje del contenido inflamatorio o purulento para aliviar la sintomatología y evitar recurrencias. Durante el postoperatorio, es importante vigilar la aparición de pústulas o signos de infección, ya que pueden complicar la recuperación.


Conclusiones

La pústula es una lesión cutánea común que puede presentarse en diversas patologías dermatológicas y oftalmológicas. Su adecuada identificación, diagnóstico y tratamiento son fundamentales para evitar complicaciones y mejorar la calidad de vida del paciente.

El manejo integral de la pústula incluye desde medidas higiénicas básicas hasta tratamientos farmacológicos y, en ocasiones, procedimientos quirúrgicos. En el ámbito oftalmológico, la pústula puede asociarse a infecciones del párpado y complicar afecciones como el chalazión, por lo que es importante una evaluación especializada.


Preguntas Frecuentes (FAQ)

1. ¿Qué diferencia hay entre una pústula y un orzuelo?

El orzuelo es una infección aguda de las glándulas del párpado (generalmente las glándulas de Zeis o Moll), que se manifiesta como una protuberancia dolorosa y enrojecida, a menudo con una punta purulenta. La pústula es una lesión más general que puede aparecer en varias partes del cuerpo y está definida por la presencia de pus. Un orzuelo puede contener pústulas, pero no todas las pústulas son orzuelos.

2. ¿Las pústulas son contagiosas?

Depende de la causa. Las pústulas causadas por infecciones bacterianas como Staphylococcus aureus pueden ser contagiosas, especialmente si hay contacto directo con el pus. Por ello, es fundamental mantener una buena higiene y evitar compartir objetos personales.

3. ¿Se pueden eliminar las pústulas con remedios caseros?

Las pústulas pequeñas y aisladas pueden mejorar con cuidados básicos como higiene y compresas calientes. Sin embargo, no se recomienda exprimirlas ni aplicar remedios sin supervisión médica, ya que puede generar infecciones más graves o cicatrices.

4. ¿Cuándo debo acudir al médico por una pústula?

Si la pústula es dolorosa, aumenta de tamaño, se acompaña de fiebre, hay numerosas lesiones, o si está localizada en zonas sensibles como los ojos o genitales, es recomendable consultar a un especialista. Igualmente, si las pústulas son recurrentes o no mejoran con medidas básicas.

5. ¿La cirugía de chalazión puede provocar la formación de pústulas?

La cirugía de chalazión, si se realiza correctamente, es segura. Sin embargo, como cualquier procedimiento invasivo, existe un riesgo pequeño de infección postoperatoria que puede manifestarse con pústulas. Por eso se indica un seguimiento médico adecuado tras la intervención.


Este artículo busca ofrecer una guía completa sobre la pústula, sus aspectos clínicos, terapéuticos y su importancia en la práctica médica, especialmente en oftalmología. Un diagnóstico temprano y un manejo adecuado son clave para evitar complicaciones y mejorar la salud del paciente.

Redacción UNO

Especialistas en oftalmología

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